Como se recordará, Jorge Winckler fue detenido luego de tres años de estar prófugo para evitar una orden de aprehensión girada por un Juez por el presunto delito de privación de la libertad a Francisco Zárate Aviña, jefe de escoltas de Luis Ángel Bravo Contreras, ex fiscal general del Estado durante el gobierno de Javier Duarte.
El presunto delito de que se le juzga a Winckler, se afirma en los cafés, se dio por darle gusto al gobernador Yunes Linares en su obsesión de llevar a la cárcel a exfuncionarios Duartistas.
Winckler Ortiz, se comenta, fue implacable con todo lo que oliera a Duarte y buscó cumplirle a Yunes Linares a costa de lo que fuera y cómo fuera. Actualmente son varios los exfuncionarios del gobierno de Javier Duarte de Ochoa que han alcanzado la libertad por los excesos cometidos en su contra.
La pregunta es si este caso se podría encuadrar en el tema por demás polémico de que el Poder Judicial Federal busca abrirle las puertas y proteger a presuntos delincuentes, como lo ha denunciado profusamente el gobernador de Veracruz Cuitláhuac García Jiménez y una gran cantidad de alcaldes veracruzanos. |