Lo anterior, derivado de que Yucatán ya tiene normativas legislativas en materia de paridad de género, por lo que la determinación podría aplicarse solo en los 8 Estados restantes.
Sin embargo, y pese a que el quitar la presión de postular a cuando menos 5 mujeres ayuda a destensar las negociaciones, todavía quedan amplias posibilidades de que hombres queden mejor posicionados en las encuestas, y aun así deban ceder su espacio a una mujer.
Con eso, se garantizaría la paridad de género en las postulaciones, sin embargo, la pregunta que nace es si las mujeres que encabecen una candidatura desplazando a un hombre que haya quedado mejor posicionado, ¿Llegará legitimada políticamente hablando? ¿O qué pasaría si fuera al revés, si un hombre desplaza a una mujer?
A estas horas todavía no hay certeza de la forma en que se den a conocer los resultados, si es que se darán a conocer o simplemente se informará quién encabezará los esfuerzos en cada Estado.
¿Se imagina al dar a conocer resultados, que en un Estado gane un hombre (o una mujer) y él (o ella) deba ceder su lugar? ¿Con qué autoridad podría encabezar el movimiento sabiendo que no ganó?
Por el momento se habla más de garantizar espacios a mujeres; pero ¿Qué pasará en un futuro, qué pasará cuando sean las mujeres las que tengan que ser bajadas para garantizar la llegada de los hombres? Son preguntas, que valdría la pena reflexionar. |