Las AC son Organizaciones de amplio beneficio para la sociedad, pero también son utilizadas ilegalmente para evadir impuestos, para engañar y también para usos políticos.
Hay por ahí cientos de ACs, que bajo el amparo de siglas ciudadanas sirven a intereses políticos haciéndose pasar por organizaciones de ciudadanos reales, pero en realidad son charras.
Puntualmente, María de Jesús Gutiérrez destacó con toda claridad en su denuncia pública: "esas “asociaciones” manejan grupos de gente que los mueven de un lado a otro, ofreciéndoles espacios para vivienda, seguro médico que no existe, o les ofrecen que les van a hacer un evento organizado, pero tienen que apoyar a un funcionario, son diferentes las causas o simplemente son personas que se acercan a un servidor público para pedir apoyo para un lugar y realmente no están constituidos y realmente no existe esa gente”.
Pero el tema va más allá, porque también ese tipo de ACs sirven de camuflaje para que funcionarios de gobierno desvíen impunemente millonarios recursos públicos hacia ellas, sin que en realidad representen a alguien, solo a vivales profesionales con similar operandum a las empresas fantasma.
¿Así o más claro?
La pregunta es, quién le meterá mano a este tema que ha permanecido oculto durante años. |