Se tuvieron que esperar a que en Morena iniciaran su proceso para elegir a Claudia Sheinbaum, para iniciar el suyo y sacar a rajatabla a Xóchitl Gálvez.
Y en Veracruz la cosa va más lenta. Hoy ya se sabe quién será la candidata al gobierno por parte de los guindas y de entre las cenizas de los partidos del Frente Amplio, todavía no hay luz verde. La vida les corre y parece que les sobrara tiempo.
La diferencia… la enorme diferencia es que a nivel nacional Xóchitl Gálvez llegó a escena como un personaje disruptivo, una política fuera de lo tradicional a quien no le temblaba la voz para mentar madres si fuera necesario.
Es la fecha que Xóchitl todavía sigue renegando de su filiación partidista y no tiene empacho en sacudirse de encima las rancias dirigencias del PRI y del PAN, y eso le ha ganado adeptos.
Y aun así, pese a ser un personaje completamente fuera de los esquemas tradicionales, parece haber alcanzado su techo y ya no sube más.
Ilusamente hay quienes todavía esperan que el milagro se repita en lo local y que el ungido o la ungida, salga también a escena rompiendo esquemas y atrayendo multitudes.
Sin embargo, volteando a ver la baraja local, la pregunta es ¿Quién? ¿Quién podría apasionar como lo ha hecho Xóchitl? ¿Quién sería un personaje disruptivo, fuera del molde?
De los sarcófagos del PRI y del PAN de Veracruz, no sacarán a un personaje como Xóchitl, eso lo puede usted apostar.
Y si encima de eso siguen peleándose la candidatura sin considerar siquiera que todavía falta definir a las mujeres que tendrán que ser postuladas sí o sí… el panorama no está en chino, está en arameo.
Hoy, se subraya, la oposición solo es reactiva y están bailando al ritmo que Morena toque. |