La columna de Reyes Isidoro no tiene desperdicio pues hace una pequeña historia de cómo las finanzas fueron decayendo al grado de quedar en “emergencia financiera” en el gobierno de Javier Duarte.
“Al asumir la gubernatura en 2016, el entonces gobernador Miguel Ángel Yunes Linares declaró a Veracruz en “emergencia financiera”. Dijo que la crisis en que recibía el gobierno superaba “todo lo imaginable”. En diciembre de aquel año no había ni para pagar los sueldos y las prestaciones de fin de año de los trabajadores del gobierno del estado, incluido el aguinaldo”. Y sí, los que tengan tantita memoria política podrán recordar que las finanzas estatales al final del sexenio de Duarte estaban para llorar, y también que en el bienio de Yunes Linares, estas mejoraron marginalmente sin dejar de estar en “emergencia”.
De allí a la fecha, muchas cosas han cambiado. Al grado que como establece Arturo Reyes “La buena nueva, porque sin duda es una buena noticia, es que cuando asuman el gobierno Rocío Nahle o Pepe Yunes el 1 de diciembre próximo, se encontrarán con la novedad de que la administración cuitlahuista disminuyó progresivamente esa necesidad financiera de fin de año, por lo que ya no habrá necesidad de solicitar esos fondos extraordinarios, además porque les dejarán recursos disponibles”.
Vaya, que de necesitar miles de millones de pesos adicionales cada año, que se traducían en créditos a corto plazo, al final de su mandato, Cuitláhuac García Jiménez habrá subsanado el boquete financiero y dejará incluso dinero en caja.
Pero no lo contamos más, mejor lo invitamos a leer a Arturo Reyes Isidoro y su columna completa aquí. |