Y ese problema que desde ahora se ve se llama Donald Trump.
Se puede estar equivocado, pero lo que hoy mismo está sucediendo en los Estados Unidos no es para echarlo en saco roto, ya que las más recientes declaraciones del expresidente Donald Trump son para tomarse en cuenta puesto que a través de ellas cada día gana más adeptos para regresar a la Casa Blanca.
El punto central de su discurso para la reelección es endurecer las medidas que impuso como presidente contra México y su odio contra los mexicanos.
Además de su costoso, ineficaz e insultante muro, ahora gana aplausos con la amenaza de IMPONER -si gana la próxima elección- un BLOQUEO NAVAL en todas las rutas marítimas comerciales del Pacífico, para frenar el tráfico de fentanilo desde México, asegura.
Qué bien que eso fuera, pero todos saben lo que vendrá detrás de todo ello… frenar a toda costa el paso de inmigrantes a su país por el mar, pero también intimidar el flujo de exportaciones mexicanas hacia los países consumidores del Pacífico.
Ahora bien, por el momento la única manera de que Trump no gane la candidatura presidencial por el Partido Republicano se llama Nikki Haley, quien hoy mismo se juega la vida electoral en New Hampshire como su última puerta para lograr vencer a Donald Trump en las elecciones primarias.
Si Nikki es vencida allí, Trump tendrá el camino fácil para ganarle la elección de Joe Biden. |