Esta mañana en los cafés de la capital veracruzana, los sabios bebedores del mejor aromático de la galaxia, escucharon atentos los comentarios con relación al tema Manuel Huerta.
Y es que los arreglos y ajustes de género en MORENA, hicieron que a Manuel se le ubique hoy como candidato al Senado, pero en la segunda fórmula, cuando de salida fue ubicado en la primera, una posición privilegiada; ya que aun perdiendo sería Senador como primera minoría.
Y vino el escándalo.
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Los de adentro y los de afuera, tejieron de inmediato sus propios y convenientes escenarios, todos desfavorables para el exdelegado federal de Bienestar en Veracruz.
El interés claro de amarrar navajas, causar daño, incomodar las filas del Movimiento y sobre todo moverle el tapete a Rocío Nahle y a Esteban Ramírez Zepeta como dirigente estatal de MORENA se vino abajo en menos de 24 horas cuando Manuel habló y respondió al cuchicheo político.
Un político correoso, curtido, duro y flexible al mismo tiempo, respondió así: ‘Nadie aquí viene por cargos, viene por la transformación, misma que sea en beneficio del pueblo, por eso vamos a llegar a las diputaciones federales, al Senado, porque el pueblo nos apoya’.
Es decir, los que esperaban un baño de gasolina les resultó de hielo, canillazos para esta especie de zopiloteo frustrado. |