De acuerdo con lo declarado por la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcenas, los apoyos se entregarán a partir del presente mes de marzo durante medio año a razón de mil 800 pesos mensuales.
El tema es por demás controvertido y sobre todo en pleno proceso electoral, tiempo en el cual con fines políticos en la lucha por el poder, se alienta a los mexicanos a la enemistad social y hacia un estado de caos ideológico y malestar psíquico.
México, quizá a muchos ya se les olvidó, se ha caracterizado en la historia por ser un país hospitalario y humanitario; como cuando el presidente Lázaro Cárdenas y los mexicanos acogieron a miles de exiliados españoles expulsados a raíz de la derrota de la Segunda República española y una vez más cuando en el 2007 España entró en una brutal crisis económica.
Hoy parece que ese México hospitalario se inclina por la intolerancia, el odio, el racismo y la hipocresía, pues por un lado se queja del maltrato a los migrantes y se exigen respeto a sus derechos humanos, y por otro, se quejan del mal olor que dejan sus campamentos y se habla de desplazamiento de trabajadores mexicanos. Se ha llegado incluso a manifestarse en medios de comunicación para exigir sean expulsados del país.
Ese México hospitalario de hasta hace apenas unos cuántos años al parecer se extingue, se acaba.
Algunos mexicanos alentados por quienes buscan su tajada en la lucha por el poder, inducen a ver en cada rostro de los migrantes centroamericanos (venezolanos y otros) el de Maduro o el de Chávez, pero no ven el de hermanos venezolanos en desgracia, expulsados de su país por lamentables dictaduras y por si fuera poco deportados de los Estados Unidos.
¡Son víctimas! Igual que miles de mexicanos que desde hace años, la pobreza y la desigualdad los ha expulsado hacia los Estados Unidos o el Norte del país.
Son los mismos rostros y la misma condición de migrantes y víctimas de las luchas políticas. ¡La misma necesidad y el mismo maltrato, odio, racismo e intolerancia! ¡Cuidado!
Por favor, se trata de personas, humanos desamparados, no todo es y debe ser política, racismo, ni odios.
Urge vacunarse contra quienes alientan y ganan con malestar psíquico del que alertó y se avergonzó desde hace mucho el padre de la relatividad. |