El optimismo que hoy se reconoce se debe a que las economías del mundo están creciendo un poco más que el año pasado, y aunque la de México crece menos, se mantiene en buenos números.
Es igual a lo que sucede en México en cuanto a los mercados financieros, cuando salen datos no tan buenos de la Bolsa de Valores, ponen el grito en el cielo y predicen que el mundo se va a acabar.
Sin embargo, esos analistas financieros parecen olvidar que este mercado para su análisis se divide en dos: los productos financieros de renta fija que dan altísimos y atractivos rendimientos de manera segura y que, si un ahorrador gana el 11% de manera segura, para qué se van a querer arriesgar a buscar un 15% con el riesgo de que se dé o no.
Lo que también parecen olvidar esos analistas financieros, es que el mundo globalizado permite ahora invertir en acciones de renta variable en otros países sin peligro alguno y ganar más. Por ejemplo, en los Estados Unidos los rendimientos andan por arriba del 22% y en dólares. En Europa, las acciones son más baratas que en Los Estados Unidos. Y en los mercados asiáticos los rendimientos andan por encima del 6.5% en los últimos 5 meses del año.
Es decir, si la Bolsa Mexicana incluso cerrara, el ahorrador mexicano tiene muchas y atractivas maneras de poner a trabajar su dinero.
Es por ello, que el peso mexicano ha permanecido fuerte incluso en pleno proceso electoral caliente como el que se vive en México. Es más, la elección por más caliente que esté, no le ha hecho ni cosquillas al peso mexicano.
Aunque esto no quiere decir que así permanecerá siempre, pero en la actualidad esa es la explicación de su fortaleza. |