Para los jóvenes y para los adultos jóvenes, Dante Delgado no es más que un nombre inscrito en las oscuras etapas de los gobiernos del rancio priísmo.
Fue, por tanto, un mal cálculo político haber querido impulsar a Dante Delgado junior a la Senaduría, pues pensaron que el puro nombre podría hacerlo competitivo. ¡Oh triste decepción! Dante Delgado Morales es un adulto joven que probablemente sea brillante, pero que no tiene ninguna posibilidad en la elección.
Hoy el partido Movimiento Ciudadano pinta en otros Estados como Jalisco y Nuevo León… pero en Veracruz, no. Sus candidatos a la gubernatura, al Senado y a las diputaciones, pasarán (la inmensa mayoría) sin pena ni gloria y aportarán muy pocos votos a la causa naranja.
Los que hace algunos meses todavía hablaban de Dante como un activo en Veracruz, no cabe duda que solo ven los polvos de aquellos lodos. Son quienes aún piensan que la política se lee en el viejo librito escrito en el PRI de los sesentas y setentas, donde la forma marcaba el fondo.
Con esta elección lo que se confirma no solo es la falta de cuadros destacados en el MC, sino que el capital político de Dante Delgado en tierras jarochas, solo existe en la mente anquilosada de quienes soñaron alguna vez con regresar a los viejos tiempos cuando en Veracruz se amarraban a los perros con longaniza. |