Alito piensa seguir al frente del PRI, y por ello arengó a los delegados priistas que se reunieron en el viejo edificio de Insurgentes Norte: “Aquí, nadie se baja, aquí nadie renuncia -y menos yo- y aquí nadie se dobla”.
Sin embargo, los contras de Alito, los que hoy no asistieron a la LXIX Sesión Extraordinaria del Consejo Político Nacional (CPN), se organizan y llaman a cerrar filas al priismo que está fuera, al priismo que se avergüenzan de su dirigente nacional y que se agruparon en por lo menos 17 Estados del país, expresan que la sesión del CPN de esta tarde, es una artimaña más de Alito para imponer un modelo de Asamblea sin discusión, sin autocrítica y sin la revisión introspectiva, ni modelo de un nuevo proyecto político.
Sostienen que es grave y profunda la división y el distanciamiento entre la militancia y las dirigencias nacionales y estatales.
La sesión extraordinaria del CPN es un acto a las espaldas de la base social priista que ahondará las diferencias.
Es decir, esta vez los planes de Alito no cuentan con el respaldo de las bases, ¿Logrará Alito imponerse de nuevo como hasta ahora?
Este grupo disidente, tiene la esperanza de que el senador electo Manlio Fabio Beltrones pronto habrá de poner orden en el PRI y pondrá en su lugar al impresentable Alito y a los dirigentes estatales que perdieron todo en pasado dos de junio.
¿Será? Pero cuando el río suena es que agua lleva. |