Este día el periodista Salvador Muñoz, publica aquí en su columna Los Políticos de un tema raro, pero no desconocido, se trata del CHAPLURINERO que se refiere ni más ni menos a “los diputados de representación proporcional (los de partido) que abandonan sus ideales para irse a otro bando que ya parece una constante…un ejemplo de ello a nivel federal: Lily Téllez… en lo local llenaríamos cuartillas con los chapulines y chapulinas, porque la traición no tiene género”.
Pero también Salvador nos da otro ejemplo y nos dice que “en el Congreso local igual se cuecen habas… aunque el mejor ejemplo de ello lo tenemos en Enrique Cambranis, sempiterno pluri..”
Pero en este caso, aunque importa claro, no son los nombres que los da y muchos, sino el para qué utilizan los partidos esas posiciones plurinominales, lo hacen dice el periodista: “Ese espacio, -plurinominal-acabó por ser convertido en la mayoría de los partidos, como una agencia de colocaciones, de preferencia para la esposa, para los hijos, pago de facturas políticas, ¡hasta para el quelite!”.
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