Es decir, un día después de que la Reforma fue aprobada en el Congreso de la Unión… ¡Nada pasó!
Inclusive, esa pequeña recuperación (pero recuperación al fin) se produjo luego de haber alcanzado uno de sus niveles más bajos en casi dos años, precisamente el día anterior, previo a la aprobación de la reforma judicial.
Aunque hay que decir bien claro, que el tipo de cambio puede ser influenciado por una larga lista de factores que no precisamente se deben al buen o mal manejo de las políticas fiscales o monetarias del país.
Uno de ellos, y que fue lo que influyó en esa apreciación del peso mexicano el día de hoy, aseguran analistas financieros especializados, fue la debilidad del dólar motivada por la desaceleración de la inflación en Estados Unidos y al anuncio del Tesoro Norteamericano de que bajará la tasa de interés de referencia muy probablemente el próximo 18 de septiembre.
Los inversionistas solo están pendientes de que la tasa de interés baje un cuarto de punto o medio punto, pero de que baja, va a bajar, se asegura.
Así que ni hay que vanagloriase cuando el peso sube, pero tampoco ponerse a llorar cuando baja. Pues si sube o baja no es mérito ni culpa del gobierno, sino a lo necia que es la economía que no se lleva tan bien con la política interna de los países. |