Pepín Ruiz, Rosa María Hernández Espejo y la propia Bertha Ahued, hacen sus mediciones, sus encuestas y las propalan con singular entusiasmo.
Sin embargo, en las oficinas de la próxima gobernadora y la número uno de Morena en Veracruz, eso no ha gustado.
Sí es el método… pero no el momento, les hicieron saber severamente a los interesados, quienes recibieron sendas llamadas telefónicas con la advertencia de que o se aquietan, o los aquietan.
El dejar que se anden peleando sacando encuestas, no está en los planes de la señora.
La meta para el 2025 es ganar 200 alcaldías en Coalición, pero si hay un par que en verdad le interesan (por el mazazo que significaría a la oposición), son precisamente el Puerto y Boca.
En las oficinas de transición, donde tienen un ojo al gato y otro al garabato, saben que un animal herido es doblemente peligroso, y que no será tan fácil doblar definitivamente a los Yunes del Estero solo colgándoles mantas y llamándolos traidores.
Luego de la elección interna del PAN, el triunfador Jorge Romero ha dejado claro que los Yunes siguen teniendo pie y medio dentro del partido. Así que quienes prendieron antorchas para evitar la llegada de los Yunes a Morena, deberían apagarlas pues el haber llegado a acuerdos con Adán Augusto López en el Senado, no quiere decir que hayan renunciado a lo que por años han construido.
Hoy los Yunes del Estero siguen teniendo el control azul en Veracruz, tienen la estructura, tienen la militancia, tienen el Comité Directivo y tienen la forma de hacerle la vida difícil a quien se les ponga enfrente para el 2025.
No hay, se sabe, ninguna intención en el Estero de rendir la plaza, y mucho menos la del Puerto, pues no quieren dejar a Paty Lobeira a merced de auditorías profundas de un gobierno Morenista.
Por eso y más es que la llamada a cada uno de los suspirantes del Puerto fue dura y tajante. ¡Se aquietan o los aquietamos! |