En cambio, mientras los políticos de oposición critican y se quejan del aumento de precios en el país y de gasolinazos inexistentes, los números dicen que la inflación en México se ha estabilizado e incluso ha bajado.
Los números dicen que de aquellas inflaciones que durante dos décadas alcanzó los más de 8 puntos porcentuales, durante los años siguientes a 2023 se ha mantenido en rangos menores al 5%, incluso en la primera quincena de enero de este año se alcanzó la meta trazada por el Banxico del 3%.
Y es que la economía es tan compleja y caprichosa que hace lo que se le pega la gana y permite que cada bando político la interprete según sus propios intereses.
Lo cierto es que por el momento los pros y los contras de la 4T tienen razón, de lo contrario el Banco Central de México no hubiera actuado como lo acaba de hacer: bajar la tasa de interés de referencia al 9.50% es una decisión que responde precisamente a una baja en la inflación y a una desaceleración de la economía, a la vez que se busca apoyar a la moneda mexicana frente a su reciente volatilidad.
Medidas oficiales que favorecen a la economía y empresarios, pero que al mismo tiempo les pega a los ahorradores.
Así que mientras los políticos buscan convencer al electorado con hechos casuísticos que les favorecen sus discursos, el Banxico toma decisiones para corregir lo que se puede corregir. |