Pero bueno, sin alejarnos de las virtudes que el “espíritu de la tómbola” puede tener (amén de los que se mencionaron párrafos arriba), es rescatable que no afecte demasiado la incapacidad de un diputado que se puede diluir entre quinientos o uno entre cincuenta. ¡Aaaaahhhhh! Pero la cosa cambia cuando se trata de la incapacidad que pueda llegar a presentar un edil. Allí la situación cobra otro matiz.
Por eso, cuando se ve que en Morena la distribución de regidurías para las planillas se hace por la vía de la “tómbola”, un frío intenso recorre la piel y se pone chinita.
¿Así se debe elegir a quienes estarán a cargo de las regidurías? Tal vez no todos sepan qué hacen los regidores, pero en teoría son los encargados de las diversas áreas de un municipio para que éste funcione adecuadamente.
Para Durango ya se llevó a cabo la insaculación para la selección de aspirantes a las Regidurías en los ayuntamientos en disputa este 2025… y será la suerte la que lleve a algunos a encabezar los esfuerzos para un mejoramiento municipal.
Por otra parte, hasta ahora tampoco hay ningún método efectivo para garantizar que lleguen a las Regidurías las personas más capaces. Las planillas las palomean los partidos políticos y por lo regular los votantes no tienen ni idea (ni les interesa saberlo) de quiénes van en la boleta acompañando a los candidatos.
La capacidad de las personas que ocupan una regiduría es un misterio y esas posiciones responden tradicionalmente a cuotas de poder de los Partidos.
Así que tampoco hay mucho para dónde hacerse. La decisión está entre votar por incapaces determinados por las cuotas del partido… o a incapaces por tómbola. Cuando se desarrolle un sistema que garantice que lleguen a las Regidurías personas preparadas y aptas… nos comentan.
¡De terror! ¿No cree?
Canillazos para los Partidos Políticos porque, aunque el pueblo está cansado de ellos, hay que seguirlos aguantando y manteniéndolos.
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