Tal y como lo adelantó nuestro director Francisco Licona en su columna “Figuras y Figurones”, el Partido del Trabajo se quedaría sin bancada legislativa al no contar con el número de diputados que, según el Reglamento Interior del Congreso veracruzano, se necesita para ser y formar Grupo Legislativo. Y es que aunque el dirigente estatal del PT asegure que su partido está más unido y fuerte que nunca, la verdad lo superó y ha quedado en evidencia la nulificación de su fuerza. De la noche a la mañana dos diputados propietarios abandonaron el barco rojo (Luis Vicente “Chentín” Aguilar Castillo y Dulce María Hernández Tepole), mientras que la diputada que entró por suplencia (Amelia Lucía Muñoz Errasquín) y quien llegó al Con, otro reso por la licencia que solicitó la titular (Janix Liliana Castro Muñoz), no quiso sentarse en la bancada del PT, tal y como se dieron aquí los detalles. Los ganones fueron Morena y el Partido Verde bajo el mando de Esteban Ramírez Zepeta y Edgar Herrera Lendechy respectivamente que engrosaron sus listas, pues tanto Chentín como Dulce María buscaron refugio en Morena, y Amelia Muñoz se adhirió a los Verdes. Por el momento, sin los números suficientes, la bancada del PT tendría que quedar solo con voz pero sin voto en la Junta de Coordinación Política y se volvería un fantasma errante más en el Congreso como lo es el PRI, que con dos diputados tienen más fuerza que un Tehuacán sin gas. Ya solo faltaría que se formalice la desaparición del Grupo Legislativo, a menos que hagan magia por allí y creen algunos de esos grupos mixtos tan socorridos, generados sin ideología de por medio y solo ávidos de no perder posiciones. El hecho es que el PT se ha quedado solo con dos diputados: Ramón Díaz Ávila y Elizabeth Morales García. ¡Qué cosas! |