El mensaje es claro, Bonilla es joven y será la segunda mujer en la historia de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en ocupar dicho cargo.
Bonilla tiene una visión que atrajo la mirada de la Presidenta Sheinbaum desde que la llamó a colaborar con ella en Hacienda.
Concuerda con el propósito financiero de la presidenta y del país por financiar al campo con seriedad, con certidumbre y sobre todo con rentabilidad.
La relación directa y efectiva de Bonilla con las organizaciones internacionales con las que México participa por parte de Hacienda, en mucho podrá influir para que México aproveche algo de ese desaprovechado 8% de capitales internacionales como el del Banco Interamericano de Desarrollo por ejemplo.
Desde ahí, podrá retomarse el tema de los fracasados intentos pasados fallidos de contar con una banca de desarrollo funcional, con criterios técnicos más que políticos para que el país no vuelva a padecer más quiebras como las del BANPESCA, BANJIDAL y BANRURAL, y recientemente la de la Financiera Rural de Desarrollo. El campo necesita apalancar proyectos serios y rentables y no para cachar votos para seguir igual.
Y por lo que se puede apreciar desde ahora, a eso es a lo que Sheinbaum y Bonilla le tiran, como con antelación lo adelantó aquí nuestro director Francisco Licona en su columna Figuras y figurones del pasado 7 de agosto. |