El gancho al hígado de Trump se lo dio Corte Federal de USA al dictaminar que el presidente se excedió al poner aranceles globales usando una ley de emergencia, que no menciona aranceles en ningún punto.
Claro al final, todo hace suponer que Trump podría salirse con la suya más adelante, al acudir a la Suprema Corte, pero por lo pronto, el susto para los mercados fue mayúsculo. Los aranceles deberían acabar a partir del próximo 14 de octubre, lo que le da al mundo del comercio una nueva variable en la que pensar para tomar medidas.
Por ejemplo al cierre de agosto, Wall Street retorció el gesto
Wall Street cerró agosto con gesto torcido: el Nasdaq cayó 1.2% arrastrado por tropiezos en la IA, mientras el S&P 500 retrocedió desde su récord reciente. ¿La cereza del caos? Un tribunal tumbó los aranceles de Trump… por ahora.
Y tan fácil es fallar en materia de comercio, finanzas y economía que los mismísimos servidores de Inteligencia Artificial (IA) brillaron con un alza del 69% a Dell se tropezó por demás feo ya que su tibia guía para el próximo trimestre los hizo caer hasta 9%. Se quedaron fríos.
Así, el Nasdaq cayó 1.2% también arrastrado por tropiezos en sus cálculos de IA, mientras que S&P lo hizo desde su reciente récord del mes anterior.
Es decir, la IA no es tan inteligente como algunos anuncian, sobre todo cuando en su base de datos no podían prever el parón a los aranceles de Trump.
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