Por lo atractivo de su rostro, el brillo de su melena o el azul de sus ojos, por su sonrisa, por sus curvas perfectas o, probablemente, por todo ello, Gisele Bündchen es famosa por ser una de las mujeres más bellas y la modelo mejor pagada del mundo además de un ángel de Victoria’s Secret.
Pero esta espectacular mujer brasileña es mucho más que eso, es también empresaria y una de esas personas que esconconden tras su físico mucho más de lo que éste muestra de ellos.
Con 13 años, mientras disfrutaba de una hamburguesa en un restaurante de comida rápida, fue descubierta por un agente de modelos, quien se encontró con una niña que no sabía nada del mundo de la moda y sus modelos y que, además, tenía un concepto más que mejorable de él.
Tenía 14 años cuando le dijeron que nunca sería una chica de portada ni una top model, cosas en las que ella no pensaba cuando trataba de conseguir sus primeros trabajos como modelo porque Gisele Bündchen no quería ser modelo para ser chica de portada sino para aportar algún ingreso a su familia y mejorar en lo posible su nivel de vida. Y vaya si lo ha hecho.
Ha reinado en las pasarelas más importantes del mundo de la moda y vestido los diseños de alta costura de las firmas más exclusivas, ha sido chica de portada de todas y cada una de las revistas de moda y su éxito ha sido considerado como el regreso a un punto de voluptuosidad en nuestro concepto de belleza frente al de la delgadez extrema representada por modelos como Kate Moss.
Está casada y es madre de un niño y una niña, dejó las pasarelas en 2015 tras 20 años de carrera pero no fue aquel su último desfile sino el que protagonizó en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Brasil.
Claro que no tenemos que temer perder de vista a la Bündchen, como mujer emprendedora que es, no sólo mantiene contratos con diferentes firmas -algunas de ellas brasileñas pero no todas- sino que además tiene su propia línea de lencería y también de sandalias.
El éxito no ha podido con ella y ha mantenido sus prioridades en orden, quería ser empresaria y no ha permitido que ese sueño quedara atrás ni tan siquiera después de ser madre y sabiendo que su familia es para ella lo más importante, tanto que es muy celosa de su vida privada y de la intimidad de los suyos.
Loffit |