McCain es un crítico frecuente del republicano Trump, especialmente en asuntos de seguridad. Los rifirrafes entre el senador y el presidente son constantes desde hace meses. Pero sus palabras evidencian la creciente inquietud del establishment republicano y de figuras respetadas ante la realidad de que Trump ha mantenido como presidente la retórica incendiaria que tenía como candidato.
Antes de ceder la presidencia, el demócrata Barack Obama defendió la importancia de una prensa robusta.
Trump ha hecho de la prensa su mayor enemigo desde que asumió el poder hace un mes. La ofensiva coincide con la visión de su estratega jefe Steve Bannon, exresponsable de una publicación de referencia para la derecha radical estadounidense, que sostiene que el partido de la oposición para la Administración Trump es “la prensa” y no el Partido Demócrata.
En un tuit, el presidente escribió el viernes: “Las noticias falsas de los medios fallidos (The New York Times, NBC, ABC, CBS, CNN) no son mi enemigo, son el enemigo del pueblo americano”. A los pocos minutos del mensaje, Trump escribió un segundo tuit en el que calificó a los medios de distribuir información “falsa” y “deshonesta”.
El sábado, en un mitin en Florida, redobló sus ataques. Habló de “los medios deshonestos” y los describió como “parte importante de los problemas de este sistema corrupto”.
Las palabras de Trump siguen dando que hablar en Estados Unidos. Los diarios The New York Times y The Washington Post recuerdan este fin de semana cómo el término “enemigo del pueblo” había sido empleado por el régimen nazi para referirse a los judíos y por la Unión Soviética para denigrar a sus rivales. “Nunca había sido pronunciado por el líder del mundo libre. Otro ejemplo más de cómo la presidencia Trump no tiene verdaderamente precedentes en la historia de EE UU”, escribe el Post.
Con información del país |