Además, impuso al religioso una multa de 46 mil 169 pesos y el pago de una reparación del daño por 8 mil 800 pesos, así como 25 mil pesos para resarcir el daño moral ocasionado a la víctima.
Igual precisó que la pena de prisión empezará a purgarse a partir del 30 de enero de 2013, fecha en que fue privado de su libertad en atención a la orden de aprehensión librada en su contra.
Los hechos sucedieron en la población de Villa Alta, en los meses de marzo y agosto de 2009 y febrero de 2010, en la época en que el hoy sentenciado era el párroco encargado de la iglesia de San Ildefonso, en donde permitía a sus víctimas la ingesta de bebidas embriagantes, la proyección de filmes e imágenes pornográficas para después realizar actos sexuales.
El cura Silvestre Hernández fue aprehendido el 29 de noviembre de 2013 en Tlaxiaco en cumplimiento a una orden de aprehensión librada por el Juzgado Séptimo de lo Penal, según consta en el expediente 140/2013 por el delito de corrupción de personas menores de 18 años.
Posteriormente, el mismo juzgado dictó la formal prisión a Silvestre Hernández, expárroco de Santa María Ozolotepec, San Pablo Huitzo, Santiago Camotlán y Villa Alta.
Y el 18 de enero anterior, el juez Juan Raúl Aquino concluyó que el sacerdote es culpable de pederastia clerical, sin embargo, hasta hoy se dio a conocer su sentencia.
Al clérigo se le acusó de abusar sexualmente de dos niños de Villa Alta, hechos que ocurrieron durante los años 2009 y 2010.
Sin embargo, existe la presunción de presunto abuso sexual de casi un centenar de niños indígenas, denunciaron los integrantes del Foro Oaxaqueño de la Niñez (Foni), quienes insisten en que el arzobispo José Luis Chávez Botello ofrezca una disculpa pública y busque la reparación del daño a las presuntas víctimas que, en 2009, tenían entre 11 y 13 años.
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