Ante la presión internacional por la tarugada de ordenar enjaular y separar a los hijos de migrantes latinoamericanos que ingresan ilegalmente a los Estados Unidos, Donald Trump, recula y firma una nueva orden ejecutiva para evitar que las familias de migrantes sean separadas en la frontera con México, pero advirtió que sigue firme la política de "cero tolerancia" para quienes ingresen ilegalmente a su país.
Trascendió que después de una reunión con su gabinete, Trump dijo que su gobierno quiere mantener a las familias unidas: "Estamos buscando mantener a las familias unidas".
Adelantó que mantendrá la mano dura con la inmigración, al afirmar que "de lo contrario, nuestro país será invadido por personas, por el crimen y por todas las cosas que no representamos y que no queremos".
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