Entre los síntomas que se presentan son: boca seca, saliva espesa o escasa, aturdimiento, somnolencia, orina disminuida y concentrada en el color; asimismo, se pueden relacionar medicamentos, como los diuréticos a cuadros de deshidratación.
Los síntomas de alerta que se deben de detectar en bebés y niños son: ojos hundidos, boca seca, saliva espesa, mejillas hundidas, orina en menor cantidad, así como llanto sin lágrimas.
Hernández Castellanos comentó "una de las maneras que podemos detectar si hay deshidratación en menores es mediante el 'lienzo húmedo' que consiste en pellizcar una parte de la piel y si no regresa a su origen en 2 segundos, se puede pensar en deshidratación, lo mismo sucede al colocar presión en algún dedo y si el rubor o el llenado de la sangre no regresa al área de la presión, es un dato de alarma de deshidratación en los niños".
Las complicaciones de la deshidratación son: problemas renales; urinarios, convulsiones; choque por volumen sanguíneo bajo y en casos extremos la muerte.
El consumo excesivo de líquidos puede ocasionar potomanía, que ocasiona la disolución de la sangre, sobrecargando la función del riñón y corazón, perjudicando la salud.
Para finalizar, el especialista recomendó visitar a su médico familiar en caso de presentar vómitos o diarrea persistentes y tomar a temperatura ambiente el Suero Vida Oral en caso de ser recetado. |