En 2018, había un panorama crítico: crecimiento de la deuda bancaria, caída de ingresos propios e inversión pública, así como el incumplimiento con proveedores y el SAT. Sin embargo, gracias a la estrategia de control y manejo honrado de los recursos, Veracruz revirtió su calificación crediticia de nivel especulativo a grado de inversión, obteniendo 16 alzas de calificadoras internacionales en solo cinco años.
De 2018 a 2023, Veracruz redujo su deuda en un 22.7%, equivalente a 19 mil 800 millones de pesos, mientras que los ingresos propios aumentaron un 87.7%, cobros sin privilegios.
Además, se contuvo el gasto corriente mediante una política de austeridad y se incrementó gradualmente la inversión pública, siendo prácticamente el doble en 2023 en comparación con 2019. Veracruz ahora destaca a nivel nacional por su disminución de deuda y adeudos liquidados con el SAT por casi 15 mil millones de pesos heredados de administraciones pasadas.
Al 2024 y en menos de 5 años, suman más de 20 mil millones de pesos de disminución de deuda heredada de los gobiernos corruptos.
Aplica el principio que comentábamos: la izquierda libera, la derecha oprime. Tan simple como que hicieron mal uso del recurso sin importarles a los gobiernos del pasado, comprometer el futuro de las próximas generaciones. Hoy Veracruz cuenta con un futuro que se debe afianzar, de la mano de quienes representan a esa izquierda liberadora.
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