La doctora Pérez Ruiz explicó que las causas de esta inflamación vascular están relacionadas con el aumento de presión en el recto, lo que puede estar asociado a sentarse en el inodoro por periodos prolongados, diarrea crónica, estreñimiento, esfuerzo durante las evacuaciones, obesidad y embarazo.
Aunque las hemorroides rara vez son peligrosas, pueden ocasionar complicaciones como anemia por pérdida de sangre crónica, trombosis hemorroidal e infecciones.
Para prevenir esta afección, la coordinadora recomendó consumir una dieta rica en fibra, beber abundante agua, realizar ejercicio regularmente, evitar esfuerzos excesivos durante la evacuación, así como no retrasar la necesidad de ir al baño.
El tratamiento de la condición varía según su gravedad e incluye medicamentos como cremas, ungüentos y supositorios; procedimientos no quirúrgicos como ligaduras, escleroterapia o coagulación; y en casos más severos, la cirugía.
Finalmente, Pérez Ruiz subrayó la importancia de acudir a un profesional de la salud ante cualquier síntoma de hemorroides, ya que un diagnóstico y tratamiento oportuno pueden prevenir mayores complicaciones. |