"Es fundamental el uso diario de cremas hidratantes para el cuerpo y bálsamos labiales. También se debe prestar especial atención a los lactantes, niños pequeños y adultos mayores, ya que son los grupos más vulnerables y con mayor riesgo de deshidratación por frío", señaló Gómez Durán.
Indicó beber agua a lo largo del día y no solo esperar a tener sed. Además, evitar el consumo excesivo de bebidas con cafeína o alcohol, ya que pueden aumentar la pérdida de líquidos. Mantenerse abrigado y protegido de los cambios bruscos de temperatura, también es esencial, así como usar prendas adecuadas que permitan la transpiración y no se adhieran a la piel.
En caso de presentar síntomas de enfermedad, se recomienda acudir a su UMF, para recibir la atención adecuada. Es importante evitar la automedicación, ya que el uso incorrecto de medicamentos puede agravar la situación o enmascarar síntomas importantes que requieren diagnóstico médico. |