El pediatra comentó que, aunque no existe un tratamiento médico específico para esta condición, algunos métodos pueden ayudar a reducir los episodios de llanto. Entre estas medidas destacan: pasear al bebé en una carriola o automóvil, utilizar sonidos de electrodomésticos como fondo, mecer al bebé en un columpio o cambiar de cuidador cuando los padres se sientan muy abrumados.
Se debe evitar el uso de tés o bebidas herbales, ya que pueden causar alteraciones en la salud del lactante debido a las sustancias que contienen.
Aunque el llanto excesivo causa angustia en los cuidadores, Munguía González destacó que esta condición suele resolverse por sí sola hacia los 3 o 4 meses de vida del bebé. No obstante, es fundamental diferenciar estos cólicos de otras afecciones más graves, como lo sería la alergia a la proteína de la leche de vaca.
Los cuidadores deben estar atentos a signos de alarma como vómitos; evacuaciones con moco, sangre o cualquier otro síntoma que indique una posible enfermedad.
El IMSS en Veracruz Norte ofrece atención integral para los bebés que presentan cólicos. El primer nivel de atención, a través de las Unidades de Medicina Familiar, permite que los médicos familiares realicen una valoración inicial y, de ser necesario, refieran al paciente al servicio de Urgencias o a la consulta externa de Pediatría.
Para finalizar, el especialista recordó a las madres, padres o tutores que, mientras su bebé tenga un buen crecimiento y desarrollo, no hay motivo de preocupación, pues el cólico del lactante no es consecuencia de un mal manejo por parte de los cuidadores. En caso de observar datos de alarma o tener inquietudes, pueden acudir a su Unidad de Medicina Familiar, para recibir orientación y apoyo. |