A estas alturas del sexenio son muchos los que se comen las uñas, que buscan afanosamente a funcionarios de bajo pelo para que les firmen documentos que los exculpen, y son muchos los que quieren renunciar para escaparse del incendio. La mayoría no lo ha logrado. Plantar una renuncia en los escritorios de los jefes equivale a la velada amenaza de a él le cargarán los muertos y por tanto no se las aceptan. Algunos lograron renunciar en los últimos días del desgobierno de Duarte, a otros les pintaron su raya.
Es el caso de la directora del DIF Estatal, Astrid Elías Mansur, hace una semana solicitó audiencia urgente al Gobernador Interino, Flavino Ríos Alvarado, y fue recibida de inmediato. La joven funcionaria le dijo que no había razón para que continuara en el cargo y le planteó que le aceptara su renuncia. Flavino Ríos le respondió pausadamente que “lo prudente, lo honesto y lo leal para la dependencia, pero también para sus jefes y amigos, Javier y Karime, era permanecer en el cargo hasta el fin del Gobierno”. Eso nos aseguran comentó enojada a sus allegados en el DIF y sus amigos en fuga.
Cinco días después la joven regresó y le dijo al Gobernador que si no le permitía renunciar al menos la dejara pedir una licencia por 30 días.
La respuesta de Flavino no dejó lugar a dudas pues le dijo que en todo caso tramitara su licencia ante la Junta de Gobierno del DIF, que por ley era la única con facultades para autorizarla. Sin embargo, como Astrid sabía que eso no iba a suceder, prefirió huir y no presentarse más en sus oficinas, eso es lo que nos comentan fuentes internas del DIF. Lo cierto es que doña Astrid ha dejado de responder sus teléfonos a la prensa y más de uno sospecha que en realidad se ha escapado.
El DIF es una de las dependencias con mayores problemas de corrupción, adeudos a los trabajadores y programas incumplidos. Hace años que dejaron de pagar las pensiones a adultos mayores establecidos por ley. Y en el ranking del terror, puede que sea la oficina con más contratos falsos y empresas fantasmas del Gobierno de Javier Duarte. ¡Ya saldrá eso en su momento a la luz pública! Se sabe que el Reforma tiene extensos expedientes que irá sacando a cuenta gotas para tenernos cautivos y en cualquier momento, le pasarán factura.
Astrid fue toda una figura al principio, después toda una figurona de la política estatal. Todo resolvía, todo ordenaba, en todo estaba. Era el ajonjolí de todos los moles de Palacio. No importaba el nivel de los funcionarios, a todos ordenaba por “instrucciones” de la señora.
Astrid es cordobesa, prima hermana de otro de los protagonistas del horror, Pepe Toño Mansur; su esposo fue funcionario de la Sedarpa y su hermana la secretaria privada de doña Karime durante buena parte del sexenio.
Así son las Figuras y Figurones de la política veracruzana.
Ni modo, eso y más le fue permitido a los Virreyes en Veracruz.
Son historias de terror político que, desafortunadamente, ni siquiera se puede esperar ilusamente que se hayan terminado. Hoy son muchos los que abrigan grandes esperanzas, son muchos los ingenuos que están dispuestos a dar un cheque en blanco y al portador, y sin reserva alguna se declaran unos románticos de la renovación que viene. Eso es algo que aún está por verse. Durante años lo incomprobable se cernía sobre nuestras cabezas, periodistas y analistas escuchábamos historias increíbles que a falta de certeza era imposible denunciar. Ahora todo flota, la mierda flota, el lodo desborda y nos vemos incluso rebasados en la rapidez de la información que vamos perdiendo la capacidad de asombro. ¿Qué queda? Queda esperar que nada de eso se repita, porque ¿Está Usted seguro de que con Duarte todo ese sistema Virreinal se terminará? |