2. La condición fue que ese nuevo dinero no lo manejaran los malandros duartistas. Tanto Tirios como Troyanos pusieron la condición de que el dinero ya no fuera manejado por nadie que huela a Duarte. Por eso la llegada de Clementina, porque incluso en las nóminas de noviembre, ya no dejarán que haya manos Duartistas. Ni la gente de Miguel Ángel ni la de la SHCP se podían arriesgar a que siguiera funcionando la licuadora.
3. Yunes Linares inicia su gobierno enalteciendo la política de género, nombrando de facto a la primera mujer de su gabinete.
4. “Tula” proviene de la Universidad Veracruzana, entidad ampliamente reconocida por su lucha social en la exigencia de sus recursos. Con esto, Yunes Linares reivindica los daños a la UV (valiente institución que le peleó de tú a tú los recursos federales y puso en claro los desvíos multimillonarios de Duarte).
5. Es especialista en Finanzas y cumple con el perfil del cargo.
6. No es política, se le cataloga como honesta servidora pública.
Así, se cierra de hecho –con 16 día menos- el ciclo Fidelista-Duartista.
Con la renuncia de Antonio Gómez Pelegrín Flavino Ríos rindió su último bastión. Ha entregado el poder. Ya no tiene las llaves del Palacio de Gobierno, Casa Veracruz está perdida, y también ha dejado en el camino la Tesorería… a efectos prácticos Flavino Ríos Alvarado ya no es Gobernador.
Y mientras eso pasa, en el ambiente se cierne la terrible figura del Gobernador con licencia Javier Duarte, y el debate de si es o no es verídico el documento entregado en el Congreso del Estado con el que solicita su reincorporación. La mayoría lo considera una locura y no le ven los fines prácticos de dicho movimiento, ¿A qué regresaría? Las respuesta es “a nada”, porque no regresaría, pero le bastaría con ser nuevamente Gobernador pues no necesita apersonarse en el Congreso ni ante autoridad alguna. Hay, sin embargo, algunos escenarios posibles… ¿Cuál es nuestra apuesta?
Nuestra apuesta es que Javier Duarte ya está cercado por la PGR si no es que ya lo tienen perfectamente ubicado. Ante esa posibilidad, envía a un personero al Congreso para notificar de su regreso y con eso, en automático vuelve a tener fuero (si es que alguna vez lo perdió). Con el fuero tendría inmunidad, y con la inmunidad el salvoconducto para evadirse. De no proceder su reingreso al Gobierno, le vaticinamos, que su aprehensión sería cuestión de horas y como la política en la actualidad es mediática, que nos despertemos mañana con la noticia de su aprehensión.
Aunque fuera cierta la solicitud ante el Congreso, Javier Duarte no volvería, lo único que estaría buscando es tiempo… tiempo ante una inminente aprehensión… tiempo para vivir aunque sea unas horas más, el cálido cobijo de la impunidad del Duartismo-Fidelismo. Pero ese tiempo, ya se agotó… a partir de hoy ha nacido la “Yunicidad”. |