Las reformas -se dice en el documento- tienen el compromiso presidencial de no provocar incertidumbre ni alterar la marcha del Gobierno y dar resultados palpables y concretos en el más corto plazo posible. El eje troncal de este apartado es la creación de ‘Delegaciones de Programas para el Desarrollo’ y no Coordinaciones Estatales de todos los Programas Federales para el Desarrollo, como se había anunciado desde la fecha en que el Presidente Electo Andrés Manuel López Obrador adelantó los nombres de los ‘coordinadores’ en cada Entidad Federativa. Para Veracruz, por cierto, fue designado el dirigente estatal de MORENA, Manuel Huerta Ladrón de Guevara.
Estas nuevas delegaciones coordinarán las acciones entre las autoridades estatales y municipales y el Ejecutivo Federal, así como verificarán las acciones estratégicas en materias prioritarias y supervisarán el debido cumplimiento en la prestación de servicios y trámites a cargo de las dependencias y entidades federales, en las entidades federativas.
Las actuales dependencias y entidades federales serán transformadas con un esquema no solo normativo, sino administrativo.
Los titulares de las Delegaciones de Programas para el Desarrollo serán designados y dependerán jerárquica y funcionalmente del Coordinador General de Programas para el Desarrollo. Asimismo, contarán con las facultades que señale el reglamento de la Oficina de la Presidencia.
En tanto que las actuales Delegaciones Federales se convertirán en Oficinas de Representación dependientes jerárquica y funcionalmente de las respectivas dependencias y entidades, con el objeto de que los actos de autoridad que éstas emiten sigan substanciándose de manera regular y no se cree incertidumbre jurídica a la ciudadanía. Dichas oficinas habrán de ejercer las facultades y las atribuciones que por materia hoy atienden.
En ese marco de actuación, subsistirán exclusivamente las necesarias con gastos ajustados y resultados el ejercicio de todas sus funciones será constantemente evaluadas.
Aquellas delegaciones hoy existentes cuya presencia no se considere útil y resulte onerosa serán suprimidas, para ello se proponen 180 días, posteriores a partir de la publicación de su Reglamento para identificar los factores que están relacionados con su funcionamiento, y otro tiempo igual para que las dependencias y entidades, presenten al Titular del Poder Ejecutivo un análisis de costos y beneficios sobre la necesidad y viabilidad de mantener determinadas oficinas de representación, en virtud de los trámites y servicios que otorgan a la ciudadanía y el impacto que se generaría con su posible desaparición.
Así que la desaparición de las dependencias federales en los estados no será de golpe sino gradual y desaparecerán solo aquellas que no demuestren utilidad lo cual ya parece algo más adecuado que el anuncio de desaparecerlas como por arte de magia.
Sin duda así se tenían que ir acomodando los dados, pues la administración pública es como una locomotora que no puede parar dados los conceptos normativos y de gestión descentralizada se requieren para la correcta gobernabilidad.
Más adelante continuaremos con otros asuntos importantes de la Iniciativa de reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.
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