Es innegable que los datos fríos actuales lo menos que indican es que el país podría caer en una espiral de dolorosos desajustes económicos en la que muchos perderán.
Y mire usted si no, querido lector lectora: La bolsa mexicana de valores, referencia de incertidumbres o confianza, lleva ya una larga cadena de caídas. A los 5 puntos porcentuales y a los pequeños saltitos de 1 o 2% con los que terminó la semana, habría que sumarle la caída de este martes 13 de otro 2.05%; mientras que el dólar se cotizó a $20.80 en ventanillas bancarias, por lo que analistas financieros prevén que mañana el Banco de México podría anunciar una nueva alza en la tasa de interés que llegaría al 8%.
Escucho decir por ahí y no son pocos los que se ríen de lo anterior por no cotizar en la bolsa ni comprar dólares, pero déjeme decirle querido lector-a que al llegar la tasa de interés de referencia al 8% -la más alta en los últimos 10 años- se encarecerá el dinero y los créditos y eso sí les pega a empresarios y a consumidores. Es decir, se encarece el dinero prestado y por ende los precios al consumidor, lo que ya se refleja en una inflación al alza que en octubre llegó al 4.90%.
Es decir, el entorno se ve muy negro para diciembre, enero y los meses que siguen; sin embargo, no a todos les pegará igual, ni lo resentirán igual.
¡Los que ya están acostumbrados sufrirán menos!
Los cambios cuestan, las revoluciones igual, pero en México más de 30 millones de mexicanos decidieron que así fuera.
Es cierto e innegable también que en cuanto a la preparación del personal del presidente electo, su más cercano equipo de colaboradores y convenencieros que se arrimaron a Morena, estos no han resultado los más cultos y preparados o lo suficientemente audaces que se necesita para hacer frente al poderoso equipo político y empresarial que se va; todo una élite de expertos en el debate, en la denostación y el golpeteo mediático.
Otra verdad de a kilo es la agenda de yerros tan grande y amplia, que tampoco hay mucha materia para ayudar a los entrantes. Lo único que los puede sacar adelante es cumplir, terminar con los privilegios, la corrupción, las injusticias y la inseguridad, al tiempo de hacer crecer al país. No es fácil, pero no les quedará de otra o se hunden con todo y país. Ojalá y lo entiendan.
La otra cara de la moneda es que, si bien es cierto que unos capitales y capitalistas no saldrán beneficiados, en línea hay muchos más de México y de fuera que querrán aprovechar las ventajas comparativas que México tiene con respecto a otros países del mundo, el gran mercado de Estados Unidos y Canadá, el formidable y versátil recurso humano mexicano.
Solo habrá que tener paciencia, el giro ya se dio el pasado uno de julio. |