Personas cercanas a Cuitláhuac García dicen que desde entonces éste le agarró ojeriza al magistrado Álvarez Peña. Y al parecer así es.
La semana anterior y con motivo de la puesta en libertad de varios ex funcionarios duartistas, Cuitláhuac aprovechó la justificada indignación popular para írsele encima al inepto Fiscal Jorge Winckler y de paso le dio un rozón a Álvarez Peña.
Invitado a un desayuno con los miembros del Tribunal Superior de Justicia encabezados por Edel, el gobernador dijo que no asistiría “hasta cerciorarme si él también está involucrado en estos aberrantes hechos”.
No, Edel no tuvo nada que ver con una decisión que tomaron jueces federales para que los duartistas sigan su proceso en libertad. Quien sí tuvo que ver y mucho por su marcada incapacidad y torpeza, fue el Fiscal Jorge Winckler.
Pero al parecer está de moda que el Ejecutivo y el Legislativo le canten la bronca al Poder Judicial.
El pleito que traen tanto el presidente Andrés Manuel López Obrador y los legisladores de Morena con los representantes del Poder Judicial Federal, es el mismo que a nivel estatal trae el gobernador García Jiménez y los diputados morenistas con Edel Álvarez Peña.
A aquellos el presidente los acusa de ser los funcionarios públicos mejor pagados del planeta. A Edel lo acusan de… de… ¿de qué acusan al titular del Poder Judicial?
“De haber corrido injustamente a más de diez magistrados porque no quisieron plegarse a sus caprichos”, me dijo un diputado morenista. Falso, fueron 20 los magistrados removidos, pero por cuestiones de edad y enfermedad. Ninguno tenía abajo de setenta años y algunos pasaban de los ochenta. De hecho, uno murió en servicio de muerte natural.
“Es que ha cometido muchos actos de corrupción”, insistió el morenista, pero sin aportar más pruebas que su palabra.
Lo cierto es que el trasfondo es otro. Los morenos de Veracruz quieren todo el pastel. Ya tienen en sus manos al Poder Ejecutivo y también al Legislativo, pero les falta el Poder Judicial y para eso le están tendiendo la cama al magistrado Álvarez Peña.
Ante la casi inminente avalancha que se le viene encima ¿qué tiene a su favor Edel? Mucho. A diferencia de Jorge Winckler que trae pleito casado con el gobernador García Jiménez; con el secretario de Gobierno, Eric Cisneros y con casi todo el Congreso local, Álvarez Peña no se ha confrontado con nadie.
El magistrado es un político con mucho oficio; fue alcalde en su natal Coatzacoalcos y líder estatal del PRI entre otros cargos importantes. Es un hombre que respeta las atribuciones de cada uno de los poderes y ante todo es institucional.
Sabe que una confrontación entre el Ejecutivo y el Legislativo con el Poder Judicial, desgastaría la vida política de Veracruz en estos tiempos donde lo que debe prevalecer es la unidad y la concordia.
Si alguien espera que Edel se ponga los guantes quizá se lleve un chasco. El magistrado tratará por todos los medios de conciliar y unificar; no de confrontar o dividir.
Y en cuanto a su futuro, será él y nadie más quien lo decida.
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