¡Y cuidado! La noticia bomba no será esa, sino la captura e inmediata consignación, por parte de la PGR, del mismo Jorge Winckler. La carpeta ya está armada y sólo están en espera de que se le retire el cargo.
En los próximos días se conocerá con detalle, que el “fiscal-carnal” de Yunes Linares no sólo fue omiso en su actuación, no sólo cometió abusos en contra de exservidores públicos por consigna de su jefe, no sólo ignoró a los grupos de búsqueda de familiares desaparecidos, sino que –incluso- cometió delitos graves, que lo llevarán de forma directa a los mismos calabozos en los que encerró a los enemigos del “yunismo”.
Gente cercana al aún fiscal niega que Winckler Ortiz haya pretendido presentar su renuncia desde el 30 de noviembre del año pasado. No, él decidió que debía dejar el encargo desde la tarde-noche de ese domingo primero de julio, cuando confirmó que el proyecto monárquico de su jefe había sido derrotado en las urnas.
Miguel Ángel Yunes le ordenó que se mantuviera en la Fiscalía, y no sólo eso: le anunció que tendría que quedarse ahí incluso después del primero de diciembre, para servir como escudo contra la avalancha que anticipaba que le habría de caer.
En el cumplimiento de la orden está pagando la penitencia. La presión ha sido tal, que ya se desempolvaron viejos expedientes en contra de su padre, el notario público oaxaqueño Jorge Winckler Yassin.
Jorge Winckler tendrá que dejar la Fiscalía por las buenas o –lo más probable- por las malas. Con todas sus consecuencias.
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