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LOS TIEMPOS DEL PRETEXTO

De la columna "Línea política"

Los tiempos del pretexto /
Agustín Contreras Stein
2019-04-21  
22:32

CONFORME van avanzando los días de este gobierno, también se van agotando los pretextos y va quedando, solamente, la única opción de trabajar y trabajar hasta que haya resultados positivos, sobre todo, en materia de seguridad pública, que ya se volvió el coco de todos los órdenes de gobierno.


Ya no hay día en que Veracruz, no sea noticia de grandes acontecimientos generados por la violencia y esto ha perjudicado seriamente el compromiso de este gobierno de velar por la seguridad de los veracruzanos, sobre todo, el contraído por las nuevas autoridades.


México, y especialmente, el Estado de Veracruz, se ha visto ensombrecidos por tantos actos fuera de la ley. No se han encontrado las estrategias para solucionar los problemas que se ha venido haciendo grandes, principalmente, porque no se han planeado con todo detenimiento cada una de las acciones ni se ha dado una verdadera coordinación que ponga límites finales a este fenómeno social de grandes dimensiones.


En fin, que los tiempos del pretexto, ya deben quedar atrás, porque en los recientes casi cinco meses, lo que se ha escuchado permanentemente, es que todo lo que sucede es culpa de tal o cual gobierno, sin que se asuma, con responsabilidad el mandato que el propio pueblo ha cedido, de manera histórica, para hacer cambiar el rumbo de este país.


La cuarta transformación no ha logrado ubicarse en el lado correcto de la historia que le ha tocado vivir y eso pone en serio riesgo, no tan solo el debido cumplimiento de promesas, sino también la propia gobernanza que debe imperar por todos lados.


Son días, pues, de grandes preocupaciones para el pueblo de México, y de Veracruz, porque conforme pasan los días, se va escapando la posibilidad de lograr la pacificación del país, se va acrecentando, en contrario, los efectos de una lucha, como la que inició el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, quien inocentemente, quiso pasar a la historia combatiendo a las fuerzas del mal, cuando en realidad, no tenía los elementos suficientes para enfrentarlo y menos acabarlo, quedando solamente, como el gobernante que picó el panal y nunca pudo controlar al enjambre.


Así es como la nación y el Estado, se han venido sumiendo en una lucha sin cuartel, pero sin que haya resultados positivos y muestra es lo que el mismo pueblo ha observado, es decir, que en lugar de pacificar el territorio, aparecen más y más fuertes reacciones de la ola de violencia en contra de las acciones gubernamentales.


Son tiempos, pues, de dejar para otro momento los pretextos y las culpas que no se quieren aceptar, para dar paso a un proyecto de paz y tranquilidad, donde la sociedad pueda transitar por el camino de su propio desarrollo, ya que en los recientes tiempos, el problema se ha vuelto más grave, cuando se deterioran los valores familiares, se transforman los propios escenarios de una buena educación y se contempla nuevos rumbos, pero muchos de ellos sin destino, porque no hay quien los guié y los conduzca por mejores senderos, pues más que nada, todo parece indicar que se ha optado por ser, solamente, observadores de los acontecimientos.


Bien se sabe que es difícil la tarea, que no es cualquier cosa tomar el poder para transformar, para beneficiar, para cumplir ante la demanda popular, la del pueblo que ha hecho todo por cambiar los escenarios del pasado, pero que no ha recibido, efectivamente, la respuesta que requiere, la que necesita en estos tiempos, cuando la realidad ha sobrepasado a la ficción.


NUESTRO CORREO: ac_stein58@yahoo.com.mx 

 
 
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