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PONDRÁN EN LA PICOTA AL JUEZ PORKY

De la columna "Política al Día"

Pondrán en la picota al juez Porky /
Atticuss Licona
2019-08-14  
21:34

El Juez Rubén Adrián Romero Maldonado perdió la tranquilidad la mañana del miércoles 14 de agosto del 2019, una mañana que no será olvidada por Rubén pues fue, seguramente, una de las más amargas de su vida. Por primera vez en su dilatada carrera de Juez, la sensación de que el juzgado podía ser él, se le hizo patente. La pantera que durante años se dedicó a emitir justicia, ahora es animal de presa, y está indefenso y a la expectativa de lo que podrá venir en adelante.


Estaba a punto de encajar el tenedor en las yemas tibias y tiernas de un par de huevos cuando tuvo que concentrarse en lo que estaba leyendo en su teléfono. El desayuno tradicional veracruzano que se disponía a engullir, comenzó a enfriarse, pero eso para el juez Rubén Adrián, ya era lo de menos.  


Corría el año 2015 cuando el país se enteró del caso de los Porky’s. Cuatro jóvenes, todos ellos hijos de grandes empresarios veracruzanos, habían sido denunciados por la familia de la joven Daphne Fernández de haberla violado. El caso se ventiló en los medios y no tardó en hacerse viral, traspasó fronteras y tomó notoriedad incluso internacional. Los jóvenes huyeron pero no hubo fortunas ni distancias que los salvaran, uno a uno fueron capturados y uno a uno fue cantando al son que le marcaron sus abogados defensores. 


Tras dichas capturas, la sociedad veracruzana pensó que los jóvenes por fin habrían de recibir justicia, pero no fue así. Diversos jueces que han atendido sus casos han sido señalados de corrupción, de dejarse llevar por el canto del dinero otorgando amparos o sentencias a modo. 


El escándalo de los Porky’s ha sido mayúsculo, no sólo por la abominación de la violación tumultuaria de una menor de edad, sino también por la impartición de justicia que, por decir lo menos, se aprecia turbia. El caso desde el principio olió y sigue oliendo a corrupción, tanto que el Consejo del Poder Judicial destituyó en febrero del 2019 al Juez Federal Anuar González Hemadi por actuar en contra de constancias y errores inexcusables en el caso y conceder en marzo del 2017 un amparo al indiciado Diego Cruz Alonso, uno de los cuatro Porky’s. 


Ese antecedente debió tener en cuenta el juez Romero Maldonado al dictar la sentencia la semana pasada a Diego Cruz Alonso. Ese antecedente de la destitución del juez federal debió considerar el juez Romero Maldonado, y pese a ello, emitió una grosera sentencia a Diego Cruz, sentencia considerada por la sociedad como una sentencia benevolente y extraña. A decir de expertos en la materia y por la propia Fiscalía estatal de Veracruz, el juez dejó de tomar en cuenta la agravante en el delito por el cual el sentenciado hubiera merecido prisión de 12 a 40 años y una multa de hasta de 5 mil días de salario mínimo según el Artículo 183 párrafo segundo del Código Penal vigente en el momento en que se cometió el delito y no la prisión de 5 años y la ridícula multa de tan solo 70 pesos que se le impuso. 


Una burla, una traición, un absurdo. Ese tipo de epítetos se pueden leer en las redes sociales luego de conocerse la ridícula sanción impuesta al Porky que durante algunos días debió sonreír aliviado en su celda soñando con el día no muy lejano de su liberación. Y también así debió sonreír tranquilo el juez Rubén Adrián pensando que la aplicación de la justicia, su justicia, lo mantendría ajeno a cualquier repercusión. 


Sin embargo, con lo que no contaban fue con lo que se enteró el propio juez Rubén Adrián la mañana de este miércoles 14 de agosto del 2019. Mientras desayunaba el tradicional platillo veracruzano de huevos rancheros y mientras media canilla sopeada en el café lechero se le hizo agua, la quijada se le trabó y tuvo que leer varias veces la última noticia para entender que su carrera pende de un hilo y que la justicia casi nunca llega, pero que cuando llega suele ser implacable. 


El Consejo de la Judicatura del Estado de Veracruz dio a conocer mediante un comunicado de prensa fechado el 13 del agosto, que “se investigará el actuar del Juez que tuvo en sus manos un asunto de pederastia”. Fue un comunicado lacónico, como suelen ser los comunicados del Poder Judicial que dicen lo esencial sin dejar escapar datos que pudieran entorpecer el debido proceso. 


Ahora, la investigación anunciada por la Judicatura de Veracruz contra el Juez Rubén Adrián Romero Maldonado cobra sentido pues no son secretos los malos antecedentes que tiene el juez en su hoja de servicio. En el 2018 este Juez fue denunciado ante la Fiscalía Especializada en Delitos Relacionados por Hechos de Corrupción Cometidos por Servidores Públicos por abuso de autoridad, incumplimiento de un deber legal y probable asociación delictuosa en el ejercicio del deber legal y abuso de poder en agravio del comerciante Jorge Raúl Peraza, según consta en el expediente 690/2018. 


El juez Rubén Adrián Romero Maldonado sabe que su suerte podría ser cuando menos similar a la del juez Anuar o que podría ser encontrado culpable de un delito mayor por parte de la Judicatura del Estado de Veracruz. 


La risa de Diego Cruz Alonso que ya se veía fuera del reclusorio al haber recibido sólo cinco años de sentencia y 70 míseros pesos de multa, a estas alturas debe estar desvanecida. 


Al terminar de leer la noticia el desayuno del juez Romero Maldonado ha quedado absolutamente frío, incomible, pero del hambre ya ni se acuerda. A partir de hoy, y hasta que finalice la investigación en su contra, sabrá lo que se siente ser investigado, juzgado y señalado por la misma justicia que juró defender y que la sociedad entera clama como si jamás lo hubiera hecho.  


En este caso, la intervención de la Judicatura de Veracruz para investigar al juez, significa una esperanza para la joven agraviada y para la sociedad veracruzana y sentará un precedente para que jueces que han hecho de la ley su gran negocio se apeguen a lo que manda la ley y el debido proceso. 


Ha sido una dura mañana para el juez Rubén Adrián Romero Maldonado, pero han sido más duros los días para la familia de Daphne y para la sociedad entera que por unos días sintieron que la justicia, una vez más había sido burlada. Los huevos rancheros quedaron intactos en la mesa y la canilla completamente destrozada al fondo del café lechero.


@AtticussLicona

 
 
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