López Obrador tuvo que salir a “pintar su raya” porque le llegaron quejas de los más diversos puntos del país, señalamientos que son una prolongación de lo que se dijo semanas antes, cuando era inminente la elección de la nueva dirigencia nacional de ese partido, o la reelección de Yeidckol Polevnsky.
Desde entonces ya se hablaba de la intromisión de Gabriel García, coordinador de Programas Integrales de Desarrollo en el gobierno federal, y que en realidad es el jefe de los llamados “super delegados”.
Este problema, que se ha presentado en todo el país, tiene también su manifestación en territorio veracruzano y, al margen del ruido mediático que algunos actores secundarios han provocado, lo cierto es que se trata de una medición de fuerzas entre el “super delegado” Manuel Huerta, y el secretario de Gobierno, Éric Cisneros.
Legisladores locales y federales claramente vinculados con Manuel Huerta son los que han encabezado la ofensiva mediática en contra del funcionario estatal y de aquellos diputados a los que identifican como sus aliados.
Curiosamente los señalamientos en Veracruz van en el sentido de que se están utilizando los programas sociales para influir en la selección de delegados de Morena, pero se refieren, específicamente, a los programas que se operan desde oficinas del gobierno estatal, como la Sedesol.
Los “huertistas” le apuestan a lo seguro: a que, caliente como es, Éric Cisneros habrá de comprar el pleito y se meterá en un debate que lo habrá de desgastar, en tanto que el “super delegado” se mantiene al margen, reportando al Centro las incidencias, pero supuestamente ajeno a esos malos manejos.
Y el problema no es que Éric Cisneros se enganche en un pleito que nada positivo le deja, sino que esté embarcando en él al propio gobernador, Cuitláhuac García, quien tuvo que salir a defenderlo y a pedir a quienes señalan al secretario de Gobierno, que respalden sus dichos con pruebas.
Las palabras de Andrés Manuel López Obrador no dejan lugar a duda:
- Los funcionarios del gobierno no tienen por qué meterse en nada. Y yo aprovecho (…) para decirle a los militantes de Morena que siempre hemos luchado, siempre se luchó por no permitir la intervención del gobierno y que siempre hemos luchado por la democracia(...) Porque algunos también pensaron que iba ser sólo discurso y que luego iba a terminar en lo mismo. No. Imagínense, ¿qué caso tiene llegar a aquí para hacer lo mismo?, no tiene ningún sentido. Si está uno aquí es para que haya cambios, transformación.
¿Me entiendes Manuel, o te explico Éric?
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