Vaya, incluso cuando alguien le dice “puedo decirle al gobernador”, le responde con un “no hace falta. Yo veo todo. No hay porque molestar al gobernador”.
Se ufana de que poco a poco ha ido tomando el control de la mayoría de las dependencias, con la complacencia o simplemente la despreocupación del gobernador.
Pero ese “control” en realidad es un descontrol, porque no hay acciones en el gobierno del estado.
Eric Cisneros asegura ser quien propicia que Cuitláhuac García no deba preocuparse por nada, al que solo le pasan informes “para que este enterado”.
Eric Cisneros deja entrever que se ha vuelto el hombre fuerte del gobierno del estado, cerrando el paso a Eleazar Guerrero, “el primo”, quien tampoco se inconforma mucho porque tiene casi todas las áreas administrativas de las dependencias gubernamentales.
Y Cuitláhuac García deja transcurrir entre uno y otro, yendo a reuniones con segundones de la administración federal, sin que los titulares de las dependencias se dignen siquiera acercarse para la toma de la foto oficial, como ocurrió cuando estuvo en la CFE la semana pasada.
Así queda una pregunta flotando: ¿quién manda en Veracruz?, ¿quién es el verdadero responsable de la inactividad del gobierno del estado?
Porque alguien debe serlo.
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