Tanto con sus llamados a que no le rayen las paredes y las puertas de palacio nacional como con sus acusaciones de que las protestas son manipuladas por la “derecha” y los “conservadores”, López Obrador ha demostrado de manera hasta grotesca cuán desactualizado está de los problemas del México y el mundo contemporáneo y, en particular, de los movimientos de mujeres.
Para él, con darles programas sociales o cargos públicos debería ser suficiente, aunque muchas de las mujeres que han sido colocadas en altas responsabilidades en su gobierno no tienen capacidad para desempeñarlos, son reducidas a fungir como meras figuras decorativas o manipuladas de manera vulgar. En los tiempos de la “4T” sobran ejemplos de este tipo.
Solo así se puede entender entonces que López Obrador haya decidido comenzar la venta de los “cachitos” de una rifa que ya ni como distractor sirve el mismo día que mujeres mexicanas se irán a un paro para hacer sentir lo que sería un día sin ellas en un país donde se las mata cotidiana e impunemente sin que gobierno alguno reaccione más que con respuestas cargadas de altas dosis de violencia.
La descalificación del paro por parte de “dilectos” integrantes del lopezobradorismo revela lo que piensa y siente el presidente de esas protestas y lo poco que todos entienden de un movimiento que los rebasa y que va mucho más allá de ellos.
En Veracruz no ha sido distinto. Desde los amagos del secretario de Educación Zenyazen Escobar con sancionar a las empleadas que no acudan a trabajar, hasta las intimidaciones a mujeres en cargos públicos para que no expresen abiertamente su adhesión a esta convocatoria; o la desacreditación desde oficinas y con recursos gubernamentales de los grupos feministas no cooptados por la “4T”; y por supuesto, la negativa del gobernador Cuitláhuac García a siquiera declarar sobre el tema, quienes blandieron la bandera de un “cambio verdadero” y se colgaron de todos los movimientos sociales que pudieron para obtener el poder –el feminista incluido-, hoy demuestran que no son más que unos pedestres simuladores. Tan arcaicos y primitivos como cualquiera de sus antecesores.
No han terminado de entender que si algo ha dañado la imagen del actual régimen es su obsesión paranoica por pretender que cualquier demanda social equivale a una conspiración en su contra. Esa megalomanía que los hace creer que todo gira alrededor suyo y su tonta creencia de que nada puede cuestionárseles, signo indiscutible de la propia personalidad de su “líder supremo”.
Y así, con enorme soberbia, mezquindad e ignorancia, el gobierno “más feminista de la historia” y el “machín” de palacio cavan su tumba.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras |