La primera renuncia fue la de la ex contralora Leslie Garibo Puga, quien renunció en septiembre por causas que jamás se explicaron aunque muchos lo atribuyeron al desaseo en la Contraloría.
La segunda renuncia de primer nivel fue la de la Directora del DIF, Verónica Aguilera Tapia, quien fue señalada por desvíos millonarios en la dependencia, mismos que hasta el momento siguen sin conocerse siquiera si hubo denuncias o procedimientos de responsabilidad administrativa iniciados por la Contraloría.
Ahora, la renuncia de Argüelles Lozano viene a sumarse a esa larga lista de corruptelas que se han vivido en la presente administración, pues fue muy sabido desde el inicio de la administración los casos de tráfico de influencias y abusos de autoridad, cuando quiso meter en la nómina cuando menos a cuatro parientes.
En esta ocasión, pareciera que el carpetazo se dará, y no pasará nada por que el hijo haya ocupado un vehículo oficial para andar de parranda bebiendo alcohol y con portación de droga.
La 4T sigue sacando el cobre. Cero y van tres mujeres que le renuncian y ninguno ha sido hombre. A Cuitláhuac parece que con las mujeres, sencillamente no le va bien.
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