No se trata tampoco porque no quieran que llegue la Diputada Federal priista, Dulce María Sauri Riancho, a quien perfilaban por ser el PRI la tercera fuerza política y que por ende les tocara ocupar la Presidencia de la Mesa Directiva durante el tercer año legislativo de la actual legislatura.
¡Nada de eso! El tema es mucho más profundo, pero a la vez simple, sin embargo, es tan importante como para arriesgar perder la JuCoPo.
La maniobra de compra de diputados para el Partido del Trabajo que fraguaron MORENA y Palacio Nacional, se llevó al cabo por el temor fundado de que el PRI -desde la Presidencia de la Mesa Directiva- les haga una trastada política que los dejara empantanados para futuros movimientos legislativos importantes y, desde luego, les enredara sus propósitos políticos para el 2021.
¿Imagínese que Morena y sus partidos aliados (Partido Verde Ecologista Mexicano, Partido del Trabajo y el PES) aprueben con su mayoría aplastante una asignación presupuestal mayoritariamente orientada a los fines electorales, o por ahí alguna mano negra en materia de los Derechos Humanos, y el Presidente de la Mesa Directiva priísta les interponga una Controversia Constitucional?
Es decir, lo que no ha sido suficientemente analizado es que el Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados tiene, si no igual poder que el Presidente de la República, sí los tiene en par, y por ende tiene una enorme fuerza política y legal.
Podría Usted decir que no es así, y puede tener razón. Sin embargo, basta un ejemplo de hechos -ya realizado- que mucho le dolió a Palacio Nacional, para darse cuenta que es mucho más que posible esa peligrosa –para Morena y Palacio- eventualidad.
Este es el ejemplo:
¿Recuerda el caso cuando la Diputada Laura Rojas Hernández, que ya finaliza su triunfal gestión, en su carácter de Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados interpuso aquella Controversia Constitucional contra el Acuerdo del Ejecutivo Federal por el que dispuso de las Fuerzas Armadas para realizar labores de seguridad pública y que empantanó completamente el tema a Palacio Nacional?
El PAN, en esa ocasión, y la Presidente de la Mesa Directiva en San Lázaro, dejaron ahí en el tapete de los antecedentes algo por demás peligroso, por lo que MORENA y el Presidente Andrés Manuel López Obrador no quisieron tentarle el agua a los camotes.
En política no hay casualidades, ni se deja nada al azar… todo se mide, se medita, se sopesa y se resuelve.
Los políticos son todo lo que usted quiera, desee o mande, pero no son tontos y son capaces de cometer crímenes perfectos como ha sucedido en el país desde hace ya mucho tiempo.
Sin embargo, mediáticamente los priistas aún este sábado siguen considerando que Dulce María Sauri será la nueva Presidente de la Mesa Directiva que se elegirá este próximo lunes.
Por su parte, el diputado Mario Delgado Carrillo jura y perjura que no van a maniobrar para obtener un cargo y que ningún interés personal puede estar por encima del proyecto de nación y su prioridad es la unidad en la mayoría.
También aseguró Delgado Carrillo que en su fracción están convencidos que para tener autoridad política, hay que tener autoridad moral, y dijo que en la elección de la Mesa Directiva van a respetar puntualmente lo que dice la Ley.
Es decir, lo que dijo el diputado Mario Delgado y nada, son lo mismo.
Porque de hecho, la Mesa directiva se debe rotar entre los tres partidos con mayor número de diputados y el PT ya se colocó en el tercer lugar con los diputados que recién compró, y eso no tiene nada que ver con los Acuerdos internos al inicio de la presente legislatura. O sea, que en estricto sentido, lo que dijo Mario Delgado fue sí… pero no.
Habrá que esperar a ver qué sucede el próximo lunes, porque ya sabe usted que en política no hay nada escrito y más tratándose de Partidos Políticos.
Y es tanto lo que se juega, que incluso el PAN de última hora podría ‘donarle’ algunos diputados al PRI para evitar el ascenso de Gerardo Fernández Noroña y tener entre el PRI-PAN-PRD en un puño al Presidente Andrés Manuel López Obrador con el fantasma de alguna posible Controversia Constitucional y cuando menos, hacérsela cardiaca.
¡Que de cosas! ¿No?
@frlicona
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