Hasta donde se sabe, Ahued se estaría resistiendo a someterse a otra prueba de las urnas, ya que hace apenas dos años contendió por el Senado de la República, cuyo periodo legislativo concluirá hasta noviembre de 2024.
¿Qué podría motivar y convencer al senador para que deje a principios del año entrante el escaño senatorial al que acaba de retornar hace apenas seis meses luego de haberle renunciado al presidente Andrés Manuel López Obrador como administrador general de Aduanas, cargo del que salió a finales de abril pasado en una incómoda situación ya que la poderosa titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Raquel Buenrostro, lo “enfermó” de Covid-19?
Quizá el único aliciente que tendría Ahued de retornar al palacio municipal de Xalapa es que desde esta alcaldía –políticamente la más relevante por ser la de la capital veracruzana– podría emprender la construcción de la siguiente candidatura al gobierno de la entidad.
Y es que desde hace 16 años Ahued ha contribuido para que otros lleguen al Palacio de Gobierno. En 2004, cuando incursionó por primera vez en la política local, el empresario fue convencido por el alcalde saliente Reynaldo Escobar para que apoyara al candidato a gobernador Fidel Herrera Beltrán. Después, en 2009, contendió por la diputación federal coincidiendo en esa Legislatura con Javier Duarte, quien al año siguiente sería postulado a la gubernatura.
Después de su distanciamiento con el priismo, debido a la confrontación que protagonizó como diputado local con el ex gobernador Duarte de Ochoa al final de esa administración, Ahued fue convencido por el empresario regiomontano Alfonso Romo, quien acaba de renunciar como jefe de la Oficina de la Presidencia, para sumarse en 2018 al proyecto de la Cuarta Transformación abanderada por López Obrador.
Como candidato a senador, Ahued de alguna manera también impulsó en Xalapa la candidatura de Cuitláhuac García al gobierno del estado.
Si el empresario decide contender en 2021 por la alcaldía, seguramente lo veremos después enfilarse al palacio de enfrente, pues en 2024 ya no habrá el llamado “efecto López Obrador” y el candidato de Morena a la Presidencia necesitará apoyarse en un contendiente a gobernador que le sume suficientes votos, lo que la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, difícilmente le garantizará. |