Así, MORENA y sus aliados enviarán a las siguientes 5 mujeres a la guerra del 24:
Rocío Nahle García, por Veracruz;
Clara Brugada en la CDMX;
Margarita González en Morelos;
Claudia Delgadillo en Jalisco; y
Alma Alcaraz en Guanajuato.
Y para cumplir con el criterio de paridad, enviará a los siguientes hombres:
Eduardo Ramírez en Chiapas;
Alejandro Armenta por Puebla;
Javier May por Tabasco; y
Huacho Díaz por Yucatán.
Y vaya que hubo sorpresas, como la de la CDMX donde Clara Brugada le arrebató de la boca la candidatura a Omar García Harfuch.
Lo relevante del caso es que mientras MORENA hoy tiene nuevas caras que pasaron un primer filtro popular, en la oposición siguen empeñados en lanzar cartuchos quemados y los mismos caciques familiares de siempre.
Lo que quizá muchos no se percataron fue que MORENA luego de no tener cartas propias para cubrir el territorio nacional, recurrió al método de las tómbolas y le abrió las puertas a sangre nueva y algunos más de los cientos de inconformes y marginados en el PRI, PAN y PRD, se formaron en largas finas para finalmente recibir la oportunidad por tantos años buscada y no la desaprovecharon en Cámaras y en las administraciones federales, estatales y municipales.
Hoy, por ejemplo, candidatos como Rocío Nahle en Veracruz, Javier May en Tabasco, Clara Brugada en la CDMX y Margarita González Saravia de Morelos, primero caminaron por el PRD antes que en MORENA. El Huacho Díaz, en Yucatán, primero lo hizo en el PAN; Alejandro Armenta, que va por Puebla, fue un tiempo un priista distinguido; sin contar al Chiapaneco Eduardo Ramírez, quien militó antes en el Verde.
Es decir, MORENA armó por un lado su propio semillero de nuevos prospectos y los complementó con líderes regionales marginados en sus propios partidos… ¡Vaya! La supo hacer.
Así, lo impensable ha sucedido en unos cuantos años: MORENA y sus aliados ya gobiernan en más de 20 entidades federativas.
¡Y van por más!
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