Se oye más de señalamientos, y menos propuestas claras y específicas. Salvo la propuesta específica en materia de salud por parte de Rocío Nahle, los demás candidatos siguen tirando rollo y prometiendo que todo mejorará como por ensalmo una vez que lleguen al poder. Y no es porque no presenten propuestas, es que no son específicos en el qué y el cómo. Y a la única que ha dicho algo específico se le fueron encima por usar la palabra "camionetitas". Han de pensar que las medicinas se llevan actualmente en helicópteros.
Urge que lleguen los debates, para que así se pueda realmente contrastar propuestas y no sea una competencia de lodo.
Hay un público ávido de conocer la nueva intriga, la novedad en esta guerra sucia, pero para la mala fortuna de quienes la promueven, es un porcentaje menor del electorado.
A la fecha las intenciones del voto están marcadas. Quienes pensaban votar por la 4T lo harán sin importar lo que digan; y quienes odian a la 4T, ni siquiera se toman la molestia de cuestionar si todo lo que se dice es cierto o no… ellos votarán por otro, menos por Morena y sus aliados.
El problema para los políticos es que son millones los que hoy están más preocupados por llevar comida a su hogar que por leer noticias. Millones que no se enteran ni les interesa conocer.
Esos millones votarán conforme les ha ido en la feria… y aunque en la percepción de algunos las cosas no estén bien, no necesariamente es la percepción de la mayoría.
Las tendencias electorales cambiarán muy poco de aquí al dos de junio.
Ánimo, ya falta menos para que terminen las campañas y saber qué parte de la población polarizada era mayor.
(COLUMNA "POLÍTICA AL DÍA") |