Fue un cierre de campaña anticipado en el que decenas de miles de mexicanos corearon, aplaudieron y se expresaron libremente… pero esta vez, con la diferencia de que aún cuando iban solo de rosa y blanco, en realidad se sabía que su corazón era tricolor y azul. Abajo de sus ropas rosas, bullía el activismo político del PRI y del PAN.
La falta de exposición mediática se debió a la conjunción del tremendo calor, a la realización el mismo día del Tercer Debate Presidencial y a que en esta ocasión, por fin, en Palacio entendieron que no era necesario hacerlos mártires quitándoles la bandera.
No hubo ya razones para alegar autoritarismo, ni dictaduras, ni represión. Miles de mexicanos marcharon libres, elevaron sus voces, pero no encontraron el eco esperado.
A menos de quince días de la elección, las cuentas no le salen a la oposición. Fueron decenas de miles los que marcharon este domingo, pero necesitan millones.
A nivel Presidencial las probabilidades de ganar son impresionantemente altas para Claudia Sheinbaum y apabullantemente bajas para Xóchitl Gálvez o para Máynez.
A días de la madre de todas las batallas, al parecer, ni siquiera el llenar el Zócalo le bastará al PRIAN para volver a mandar desde Palacio Nacional.
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(COLUMNA "POLÍTICA AL DÍA") |