Ahora, en el segundo acto de esta novela, ha trascendido la renuncia de siete ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, efectiva a agosto del 2025, a cambio de mantener su máximo haber de retiro, y con la condición de declinar a participar en el proceso de elección del próximo año.
Ana Margarita Ríos Farjat, Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Juan Luis González Alcántara Carrancá y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, son los ministros que dejarán sus cargos el próximo 31 de agosto de 2025; mientras que Luis María Aguilar concluye su periodo ordinario este 30 de noviembre del 2024.
El acuerdo generado con Adán Augusto López sería no contravenir el atropello establecido por los ministros en septiembre y que se puedan ir con su botín, cof cof, perdón, con su haber de retiro completo y en ellos no participen en el próximo proceso.
Estamos ante el principio del final del aquelarre judicial. Luis María Aguilar se va tranquilo y sin apoyar las propuestas; las ministras afines se quedan y tienen paso directo a la “tómbola” con lo que veremos si ésta viene cargada; y los demás ministros renuncian a la guerrilla; armaron una revolución y dejarán a empleados cilindreados y sin protección.
Queda claro qué es lo que les duele a los ministros, que dicen defender la legalidad, pero se sirven con la cuchara grande y garantizan su retiro a más temprana edad; mientras que de paso se salvan de un eventual juicio político y de no pisar la cárcel.
Además, se van con su prestigio intacto e incluso pueden buscar algún organismo internacional que les dé cobijo tras ser “vulnerados” en sus derechos humanos.
Por lo pronto, esta renuncia despresurizará el ambiente nacional y se evitará el desmantelamiento de lo que queda de la arquitectura constitucional.
Los trabajadores se quedan sin defensores, a menos que Norma Piña continúe como Lobo Solitario, pero ante un eventual juicio político y cárcel, seguro lo pensará dos veces.
Los ministros fueron trabajando su salida… y lo más curioso es que se irán con las alforjas llenas de doblones de oro, y con el aplauso de un sector de la sociedad que, con el agandalle a ojos vistas, prefiere ser esquilmado por 8 ministros, antes que aceptar un cambio en el Poder Judicial.
@AtticussLicona
(COLUMNA "POLÍTICA AL DÍA") |