Estamparon su poderosa firma Rocío Nahle, Manuel Huerta, Claudia Tello, Zenyazen Escobar y Esteban Bautista, estos últimos dos a nombre y en representación también de los diputados federales y locales, respectivamente, de sus bancadas. Extrañó que nadie lo hiciera a nombre y en representación de los presidentes municipales.
Pero, ¿qué es exactamente lo que firmaron y a lo que se comprometen? El punto número 5 del decálogo dice: “La corrupción no se tolera y se cuenta con mecanismos eficaces para evitar y castigarla”. ¿En serio?
La Iglesia, en manos de Lutero
Porque es una figura irrelevante en lo político y en mi caso no le presto mayor atención, en su momento me pasó de noche el nombramiento que hicieron en la Cámara de Diputados de Eleazar Guerrero Pérez como ¡secretario de la Comisión de Transparencia y Anticorrupción! ¡Mamma mia!
El 26 de septiembre de 2023, el entonces diputado local y dirigente estatal del PRI, Marlon Ramírez Marín, en una conferencia de prensa denunció, con muchos detalles, una presunta red de delincuencia organizada dentro del gobierno en la que vinculó al entonces subsecretario de Finanzas y Planeación.
En esa ocasión declaró que detectaron que la red tenía al menos 50 empresas fantasma, que fueron creadas en 2019 y que operaban o recibían contratos en 18 dependencias del gobierno. Dijo que, para entonces, la red había recibido “al menos” mil 593 millones de pesos. Si no fuera porque el asunto es muy serio, la integración del primo del gobernador Cuitláhuac García Jiménez en la comisión para combatir la corrupción sería de risa.
Esta figura “relevante” de Morena, diputado federal plurinominal, aparece en el Sistema de Información Legislativa como nativo de Tlatlauquitepec, Puebla, lo que siempre trató de ocultar.
Su audacia no tiene límites. El viernes pasado participó en El Colegio de Veracruz, en Xalapa, como uno de los presentadores del libro La corrupción en el Poder Judicial de la Federación (2000-2021). O sea, con su “autoridad moral” ahora pregona transparencia, limpieza y pulcritud en el manejo de los recursos públicos. Los pájaros tirándole a la escopeta.
El 7 de noviembre, durante la primera sesión de la comisión a la que pertenece, la presumió en las redes sociales con varias fotografías suyas, pero luego bajó la información ante las críticas que le llovieron. Una de ellas decía: “La desfachatez, el descaro y el cinismo, poner a este señor en la comisión de Transparencia y Anticorrupción, cuando él es en Veracruz el mayor ejemplo de la corrupción”.
Un día después, el 8 de noviembre, en El Colegio de Veracruz, dijo que el libro que presentaba era “un trabajo bien documentado acerca de la corrupción que impera en el poder judicial, que habla de las prácticas que se realizaban”, pero nada sobre la corrupción en el gobierno del que formó parte hasta el pasado 29 de febrero, ni de la denuncia de Marlon Ramírez Marín en la que se le involucra.
Una cosa dicen los morenos, otra, los hechos, que los desmienten o los exhiben.
(DE LA COLUMNA "PROSA APRISA")
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