Si bien en tres años las cifras pueden variar, según los planes de cada partido (por ejemplo, Morena tenía en ese corte 2.3 millones y su meta es llegar durante el año en curso a 10 millones), podría haber cualquier tipo de voltereta.
“No es casual la apertura del PAN a la ciudadanía y su estrategia de cancelación de alianzas; están conscientes del mar político revuelto y de la disputa de militante”, indicaron los especialistas del INE consultados por La Jornada, los cuales, a pregunta expresa, comentaron que en general hay un contexto adverso para todos, “con un desencanto, desconfianza y hartazgo nacional e internacional hacia los partidos”.
Sin embargo, también hay reglas claras para conservar o perder el registro. En marzo del año entrante, los consejeros electorales harán el análisis de las organizaciones que buscan constituirse en partido y enseguida, en abril, las áreas responsables de este punto empezarán a hacer una confronta de datos respecto del movimiento o apertura de afiliaciones.
Pero ésta no es la primera vez que el PAN está en riesgo de desaparecer por incumplir con el número mínimo de militantes que exige la ley electoral. Hace ya 11 años, en julio de 2014, luego de consolidarse como la segunda fuerza política en el país y obtener en dos ocasiones la Presidencia de la República, estuvo a poco más de 3 mil afiliados de perder su registro como partido político nacional.
En esa ocasión, de acuerdo con los resultados al mes de junio del INE, el PAN registraba un padrón final de apenas 222 mil 928 afiliados certificados, luego de haber detectado 48 mil 704 duplicados con otras fuerzas políticas.
Con ello, el partido apenas lograba superar por 3 mil 320 afiliados el porcentaje mínimo establecido en la ley electoral, lo que en ese año representaba acreditar a 219 mil 608 ciudadanos.
Sin embargo, aunque el órgano electoral aún no culminaba el proceso de revisión del padrón electoral de los siete partidos políticos que en ese entonces contaban con registro nacional, hasta el 31 de marzo de 2014 el PAN reportaba contar con 271 mil 632 afiliados, cifras preliminares de un padrón de adeptos más débil que los de Morena, Encuentro Social y Frente Humanista, organizaciones que acababan de consolidarse como partidos políticos nacionales pero de los cuales sólo el guinda sobrevive.
(DE LA COLUMNA "AL PIE DE LA LETRA")
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