1.- Fue tal la voracidad de Federico Salomón, dirigente actual del CDE del PAN, que el 99% de los delegados municipales que pudieron acudir a la Asamblea votó por la lista de candidatos que propuso él y el diputado local Enrique Cambranis para ocupar un asiento entre los delegados estatales. Algo no logrado ni cuando los Yunes del Estero organizaban las Asambleas.
2.- Fue una elección de resultados desproporcionados que por cualquier lado se le ve lo absurdo. Es decir, a Federico y a quien instaló el sistema, se les pasó la mano con el algoritmo utilizado para el conteo de votos para la selección de consejeros al Consejo estatal.
3.- Los resultados del cómputo resultaron finalmente tan inverosímiles que no se supo ni con cuántos votos ganó cada uno de los consejeros seleccionados, de tal manera que no es posible calcular el total de asistentes y por ende no se pudo verificar el quórum que validara la Asamblea. Es muy posible que la Asamblea de Salomón Molina incurriera en fraude toda vez que la mayoría de los delegados del Norte del Estado no pudieron asistir por estar en la emergencia por las recientes inundaciones.
4.- La Asamblea Estatal se realizó a pesar de que el Gobierno del Estado había emitido una declaración de emergencia por la desgracia que se sufre en el Norte del Estado, lo que es justificante para la inasistencia de los delegados de esa zona, a pesar de que desde la misma convocatoria se amenazó con la aplicación de sanciones establecidas en el Reglamento Interno del PAN.
Quizá se pregunten: ¿Dónde está la voracidad de Federico y Cambranis? El secreto está en que Federico y Cambranis buscan con esos resultados quitar la oportunidad a la militancia empadronada de elegir a sus nuevos dirigentes del CDE azul, pues con ello, dan por seguro que seguirán pegados a la ubre, aunque en la realidad, las mayorías de los panistas afiliados activos y simpatizantes reprueben al cuadro principal de la dirigencia estatal por sus actitudes personales misóginas y políticas.
Es decir, con esos datos tan simples bien cabe que los militantes del Norte de Veracruz impugnen la Asamblea, y sabe qué, con las manos en la cintura la autoridad electoral les dará la razón, porque a Federico Salomón y Enrique Cambranis se les pasó la mano y convirtieron la Asamblea en un cochinero.
Es decir, el figurón azul de hoy es sin duda Federico Salomón, condenado por tribunales a ser inscrito en el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género.
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(COLUMNA "FIGURAS Y FIGURONES") |