1. El mandato de Fofo ya expiró, está más caducado que una leche olvidada en el refrigerador; en realidad, ya es un interino gracias a la generosidad de su compadre Alito Moreno;
2. La legalidad demanda que el nuevo presidente del CDE salga de una elección, así que, aunque cueste creerlo, una votación sería la única forma de poner algo de calma en esta tormenta de desencuentros.
3. Y sí, aunque suene raro, en el PRI de Veracruz todavía hay aspirantes. Algunos están dispuestos a dar hasta la vida por el “hueso”.
El propio Ramírez Arana ya ha hablado con Alito y éste le ha dicho que, si quiere, puede seguir; Lorena Piñón tiene sueños de que le abran la puerta del poder y hacerse de una pluri local, claro, porque el poder nunca es suficiente para algunos; Héctor Yunes está convencido de que solo él puede revivir al PRI y cumplir su sueño de ser gobernador; y ni hablar de Manuel Guerrero, el jefe de la CNC, que también se acercó a Alito y le dijo: “Ya me toca”, ¡Todo sea por el amor al pueblo!; y por último, está Ponciano Vázquez Parissi, quien viajó más de 400 kilómetros para hacerse notar por el Secretario de Organización, exigiendo que se convoque a una consulta a la base.
Es curioso, porque Ponciano es el único que últimamente ha ganado elecciones con algo de gracia en el PRI veracruzano, y está respaldado por algunos expresidentes del CDE que aún recuerdan los buenos viejos tiempos como Pepe Yunes, Marlon Ramírez, Alfredo Ferrari Saavedra, Amadeo Flores Espinosa y otros toros más, según comentaron en corto a quien esto escribe varios asistentes a la reciente comida anual convocada por Amadeo Flores.
Así, imponer a alguien en el CDE por dedazo antes de fin de año sería un verdadero suicidio.
Y, claro, los priistas están en modo de búsqueda de empleo y ya están cansados de perder, porque seamos sinceros: el cuento que Lorena Piñón y el Fofo le vendieron a Alito sobre su éxito en las últimas elecciones fue más falso que una moneda de tres pesos. La mayoría de los municipios que ganaron son pequeños y los que no, fueron gracias a la alianza.
Así que, cuando circuló el rumor de que el Fofo podría renunciar, el grito general fue: ¡No ayuden al PRI, compadres!
Y esto apenas comienza.
En los próximos 20 días de diciembre, se verá cuánta vida le queda al PRI en Veracruz.
Y cuidado, porque aquellos que quieren volver a la cima del CDE no ganarían en una consulta ni entre sus propios familiares.
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(COLUMNA "FIGURAS Y FIGURONES") |